Hola! Esta es la primera vez que tengo un blog, la primera vez que escribo sobre ciertos temas personales de manera abierta. Me he dado cuenta de que en ciertas áreas me cuesta mucho expresarme de manera verbal, por lo que decidí hacer este blog, de hecho fue el motivo por el cual reactivé mi sitio web. Siento además que eso lo hace mucho más entretenido (por lo menos para mí). Además, me vine a vivir a un país lejano, y estoy inmersa en una cultura sumamente diferente (ya escribiré sobre eso), por lo que me siento feliz de poder expresarme por acá.

Gracias por leer estas palabras. Puede que algunas publicaciones sean algo pesadas o demasiado profundas, si te parece así, lee otra que sea más sencilla de asimilar. Me parece importante señalar que no pretendo ser dueña de la verdad, sólo comparto mis pensamientos respecto a distintas áreas de la vida y mis experiencias vividas. Mi salud se ha visto afectada por este enorme choque cultural, por lo que mi primera entrada, es respecto a la salud. Física, mental, emocional, espiritual. No será mi única entrada respecto a este tema, pero bueno, por ahora, aquí voy!

Mi canción “Cicatriz” habla sobre la sanación y la resiliencia. Cuando tenía 21 años tuve un tipo de cáncer muy fuerte. Hasta el día de hoy los especialistas se preguntas cómo es posible que esté viva. Fue una experiencia durísima y nunca antes (ni después) me vi tan exigida fisicamente. Como consecuencia, tengo una cicatriz que va desde arriba de mi ombligo hasta la pelvis, muy abajo. Al hacerme quimioterapias, la cicatriz se agrandó, debido a contracciones abdominales fuertes, a raíz de la droga que tomaba y las consecuencias que ésta tenía sobre mi cuerpo. Más adelante me referiré a esta experiencia de manera más profunda.

Respecto a la cicatriz: Me gusta, la quiero, la acepté hace muchos años. Me recuerda que estoy viva y sana y estoy muy agradecida de estarlo. Me recuerda que ahora vivo sin dolor fuerte y que mi salud está mucho mejor. Pero antes de eso, tuve que verla, enfrentarla, comprenderla y crecer gracias a ella. Siempre la llevaré y me siento agradecida de estar viva, me siento bien con mi cuerpo y feliz conmigo misma. Me respeto mucho, porque conozco mi historia.

Además de la cicatriz en el cuerpo físico, hay una cicatriz emocional, la que muchas veces nos recuerda algo doloroso. Puede haberse originado por palabras y actitudes dañinas de otros hacia nuestra persona, por traumas físicos, o por muchas otras razones.

Sea cual sea tu cicatriz (o tus cicatrices), espero que logres verlas y aceptarlas. Quizás un primer paso para sanar es – si no se trata de una cicatriz física – tratar de identificarla mediante la meditación y el auto conocimiento, e intentar comprender qué es lo que te quiere decir. Tu cicatriz puede traer consigo una gran oportunidad de curación y crecimiento. Cuando sientas un deseo genuino de sanar, intenta verla y aprender de tu propia historia.

“Espero al sol y ya no tengo nada que decir, pero siento en mi interior, que debo remover la cicatriz que me embarga.
Y me atrevo, y siento, y veo, y creo que puedo, lo intento de nuevo y hoy miro al cielo por dentro… y veo que tengo todo y más…”

Cicatriz

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