Mi historia personal con el canto intuitivo es antigua, aunque no sabía del concepto. Como mujer, he sido víctima de opresión y por muchos años tuve que ser una con el silencio, por lo que reprimí mucho mi expresión propia. Como cantante profesional, estudié dos carreras universitarias, la primera en Música Clásica, con mención en Canto Lírico, y la segunda en Jazz, y en ellas encontré formas de cantar con muy buena técnica vocal, pero que en muchas ocasiones venían de la imitación y no consideraban el cuerpo y el aparato fonador como un instrumento único de cada persona. Además, no se enseñaba la liberación de emociones a través de éste. Incluso a veces sentía que debía seguir un molde: copiar y pegar, y luego era el turno del siguiente alumno. Era confuso. Me tomó muchos años lograr entender más. Por lo mismo, años después, intenté tener enfoques personalizados con mis alumnos de canto (di clases de canto por 10 años).
Pero antes de estudiar música profesionalmente componía, hacía letras y melodías. Las hacía intuitivamente y muchas veces eran sólo melodías, sin palabras. O con palabras inventadas. Como no confiaba mucho en mi capacidad, no publiqué nada de eso, a todo le puse palabras (lo cual también es liberador). Mientras estudiaba y componía con mi banda, conocí a otra banda llamada “Dead Can Dance”, la cual me sorprendió muchísimo. Su cantante, Lisa Gerrard, llegó a mi corazón de inmediato. Vi una entrevista en la cual explicaba que ella cantaba con palabras inventadas y no las cambiaba a un idioma en específico. Eso me pareció increíble, lo encontré muy libre y tuve una conexión espiritual con esta banda. Me inspiró hasta el día de hoy.
El canto intuitivo utiliza el hemisferio derecho del cerebro, el cual está asociado con la síntesis de información no verbal, la percepción intuitiva y la creatividad. Pero también es importante señalar que se canta desde el corazón. Por lo mismo, este tipo de canto también está relacionado al manejo de emociones atrapadas en el cuerpo y la liberación de éstas; es una forma de expresión sanadora.
El canto intuitivo es maravilloso, nos permite explorar y expresar nuestra voz propia, sin imitar a nadie. Es una conexión espiritual con el ser interior. Es una fuente de crecimiento y sanación. Hay emociones que se pueden liberar a través del cuerpo, más allá de la comunicación verbal, y no necesitan salir a través de las palabras.
Para esta práctica no se utiliza sólo la voz, se usa todo el cuerpo. Es inclusiva, ya que no tiene que sonar de una manera específica. Es sin juicio, ya que no se trata de “hacerlo bien o hacerlo mal”. Es sin presión y sin expectativas, se hace sólo por el deseo de liberar emociones atrapadas en el cuerpo y por conocer la voz propia. Además, este tipo de canto, elimina bloqueos en la comunicación y ayuda a manifestar la identidad interna de manera externa.

Si te interesa explorar más respecto a este tema, te invito a escribirme en este link. La intuición nos ayuda a sacar nuestra voz propia, pero también es cierto que hay que saber calentar y enfriar la voz antes y después de hacerlo. Los ejercicios de calentamiento y enfriamiento vocal que uso en canto intuitivo son ejercicios fonoaudiológicos que ayudan a no dañar el aparato fonador. Este camino exploratorio personal es una terapia que sirve en muchas áreas de la vida, te invito a intentarlo!